Guía básica para la destrucción de la humanidad

Aunque el título suene absurdo, sigue leyendo.

Esta entrada a mi blog propone la forma en que podríamos destruir a la humanidad tal y como la conocemos con un simple error humano. Y no estoy hablando de usar armas nucleares ni de causar el fin de la cadena alimenticia. Hablo de algo más importante: Apagar el Internet.

¿Es acaso que soy un exagerado de la generación Z, que no puede vivir sin internet? La respuesta es que no.

Apagar el Internet es técnicamente algo posible: Si apagas todos los servidores de DNS, imposibilitarías a la gente para poder acceder a sitios web, sí. Pero aún muchos podrían seguir operando, y me refiero a aquellos que trabajamos en el día a día con direcciones IP de algunos servidores, con la finalidad de evitar tener que pagar dominios adicionales para tareas aburridas.

La forma de acabar con Internet es tan sencillo como cortar los cables submarinos que corren por el océano. Si un submarino los corta todos, entonces sí estamos acabados. Pero, ¿qué es lo peor que puede pasar si no hubiera Internet por un día?

Los bancos caerían, al no poder realizar consultas sobre las transacciones de sus clientes.

La bolsa de valores se desplomaría, porque no podrían realizarse compra/venta de ninguna acción.

Los satélites que son controlados de forma remota dejarían de funcionar, y eventualmente caerían a la Tierra, porque no pueden recibir ninguna señal.

Algunos aviones no podrían volar, al no poder recibir información en sus sistemas en tiempo real.

Eventualmente, podríamos ver daños catastróficos en centrales eléctricas o inclusive en centrales nucleares.

En pocas palabras, sí, el fin del mundo.